Tara Machín
Siempre se sentirá como una niña
aprendiendo en este gran oficio.
Desde pequeña siempre me he sentido fascinada por el
cine. Cuando veía películas soñaba con ser esa persona que, en la pantalla,
vivía grandes aventuras, ya fuera Escarlata O’Hara, John Wayne o Tony Manero. Quería ser alguien
diferente y vivir mil vidas distintas.
Supongo que esto le sucede a todos los críos, pero
la diferencia es que a mí este anhelo nunca se me pasó. Crecí sabiendo que no
me quedaba más remedio que dedicarme al mundo del espectáculo.
Mis primeros pasos fueron amateurs, colaborando en
las obras escolares de mis hijos. Nada extraordinario, lo sé, pero para mí fue
muy importante porque me reafirmó en mi convencimiento de que ese era mi
destino. A partir de ese momento comencé
un periodo de aprendizaje en el que aún estoy inmersa. Porque los actores nunca
dejamos de aprender.
En el aspecto formativo, he tenido la suerte de
tener grandes profesores de interpretación como Profetas de Mueble Bar, Christa
Mountain, Lamberto Guerra, Miguel Rabaneda (improvisación), Tavi García (teatro
musical) o Salvador Serrano (guión). Aunque me considero actriz, me gusta saber
hacer de todo.
Esta inquietud artística es lo que me llevó a fundar
la compañía teatral “Teatreras Enchufadas”. A ser productora de distintos
espectáculos de artes escénicas y a escribir y dirigir algunos cortometrajes.
Como soy actriz y se me presupone cierta dosis de
narcisismo, me permitirán que le dedique un par de líneas a recordar que gané
el premio a la mejor interpretación en el Festival Internacional de Cine de
Gáldar por el cortometraje “Éste sí que está pa’ti”. Y que fui nominada a la
mejor actriz en el Festival Internacional de Cine de Collado Villalba por el
cortometraje “Los medios justifican el fin. Ambos trabajos, curiosamente,
también los dirigí yo.
Estoy orgullosa de todos los proyectos en los que he
intervenido. El musical “Maafa Blues Evolution: de Goreé a Misisipi”, obras de
teatro como “Atacadas”, “La ocupación”,
“La razón de la sinrazón” o “El porvenir está en los huevos”, cortometrajes como
“Cosas pasadas”, “Espantapájaras”, el largometraje “2067”…
El 2017 está siendo un gran año. “Susan al Desnudo”
y “Los jueves Pipermint” me llevarán de nuevo al teatro. He estrenado varios
cortometrajes como “Aire” (dirigido por una servidora), “Tres veces Eva”
(Daniel León Lacave), “Lo que no se ve” (Lamberto Guerra) o “Bienvenido” (David
Sainz), y ya he grabado dos más con Juan Padrón. Además, asisto al Festival de
Cine de San Sebastián como actriz invitada… No me puedo quejar. Pero, al mismo
tiempo, quiero más. En realidad sigo siendo esa niña pequeña que quería vivir
historias mágicas en mundos diferentes. Sólo que ahora ya no es un sueño, por
fin se ha convertido en una realidad.
Y nosotros estaremos deseosos de verte siempre
subida a los escenarios contándonos como tu sabes las vidas de otros.
¡Gracias artista!
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