¿Cuándo decidiste ser
escritor?
En
plena adolescencia, cuando descubrí que escribir era una necesidad personal.
Luego llega la imaginación, que te empuja a dar forma y voz a esas historias
que, alguien cree, deben ser contadas. Y de ahí a querer compartirlas con los
lectores hay sólo un paso. Desde entonces, doy continuidad -con palabras sobre el papel- a lo que observo; y creo que no lo hago nada mal.
¿Qué tipo de libros son los
que más te gusta escribir?
No
tengo predilección por un tipo concreto. Según sea el momento vital que
atraviese, y lo que desee contar, elijo un formato u otro. “Regreso a Cartago”,
por ejemplo, es un relato que, por momentos, puede llegar a ser cómico;
contiene humor negro, y capítulos que hacen que se te esboce una sonrisa. Pero
es una historia terrible. Un retrato creo, bastante duro y realista. Y era eso,
precisamente, lo que me apetecía escribir.
¿Cuál ha sido tu último
libro?
¿Cómo se te ocurrió la idea
de escribir tu último libro? ¿Qué te inspiró?
Literalmente,
se la robé a un amigo. Un buen amigo, llamado Andrew Craig, Premio Nobel de Literatura que, después
de haber engendrado seis novelas superlativas, lleva años sin publicar para el
gran público; al que, para ocultar que ya no tiene imaginación, le ha dicho que
está inmerso en la escritura de una ambiciosa obra, “Regreso a Cartago”. Andrew
no escribió ni una maldita línea, pero me narró la historia, con todo lujo de
detalles. A sus espaldas la he escrito y firmado. Sé que a él le gustará ver el
libro en los escaparates de las librerías. Con mi nombre. En los escaparates.
¿A qué personaje de tus
obras tienes más cariño? ¿Por qué?
Ninguno
en particular y todos en general. Con algunos me siento más identificado que
con otros; pero cada uno de ellos exigió tanto esfuerzo y me dio tantas
satisfacciones, que no hay predilecto.
Algunos creen que la vida de
los escritores se refleja en sus obras. ¿Qué parte de ti se ha quedado en tus
libros?
Imagino
que, de una u otra forma, en mis libros estoy yo al completo. Si hablamos de un
artículo o ensayo, comparto mis propios análisis e interpretaciones. Si se
trata de narrativa o texto teatral, por ley natural, los personajes tienen mi
ADN. Y los reconozco legalmente como mis hijos, y les doy apellidos.
¿Qué opinas de los soportes
digitales para la lectura?
No
tengo una opinión en contra. Nunca he usado esos soportes, porque para mí, el
libro es un ingrediente más del cóctel de la lectura.
¿Te relacionas con tus
lectores a través de las redes sociales?
Sí.
Son un buen medio para manifestar la relación lectores-escritor. En Gran
Canaria, donde vivo, también comparto encuentros presenciales con lectores.
¿Cuál ha sido el último
libro que has leído?
“La Famosa Invasión de Sicilia por los Osos”, de Dino Buzzati. Me divirtió mucho.
¿Quién es tu escritor
favorito?
Me
gustan muchos, sin predilección por uno en concreto.
Si pudieras escoger sólo un
libro ¿Cuál escogerías?
Dice
un refrán sueco: ¿Por qué conformarse sólo con un plato cuando tienes toda la
carta?
¿Qué nos puedes contar sobre
tu próximo libro?
Que
espero que guste tanto que me permita ganarme la vida, como hasta ahora he
hecho gracias a las novelas policíacas. Sí, he podido ir bien vestido, he
comido bien y bebido mejor, gracias a las novelas policíacas, a los relatos de
misterio. Todo con un seudónimo. Ah, y no me pregunten cuál es, porque no se lo
diré.
¿Qué puedes decir de la Editorial Luhu?
Luhu Editorial tiene mucho que decir. Y eso me gusta.
Punto final. ¿Quieres añadir
algo a modo de despedida?
Espero
que disfruten de la lectura de “Regreso a Cartago”, tanto como yo lo hice al
escribirla.
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