lunes, 5 de febrero de 2018

Drag Blasfema (Entremés)


Entremés: Pieza teatral breve, en un solo acto, de tono humorístico, que originalmente se representaba en los entreactos de una comedia o un drama.
DRAG  BLASFEMA

Tavo de Armas

Joaquín Postor, reciente ganador del concurso Drag del Carnaval de Las Palmas, está exultante; buscó el escándalo y lo encontró. Seremos testigos de lo que acontece con Laura, su novia, tras la publicación de una entrevista en la prensa, así como de las reacciones que su espectáculo ha generado en la sociedad.


(En escena vemos a Laura, leyendo un periódico. Entra Joaquín con otro periódico bajo el brazo y una bolsa con pan.)

Joaquín: ¡Hola, cariño! Ya estoy en casita.

Laura: Tenemos que hablar.

Joaquín: Pero… ¿qué he hecho?

Laura: Me avergüenzas, Joaquín. Leo lo que dices en la prensa y me avergüenzo de ti...

Joaquín: ¡Pero,  Laura,  no  te  entiendo…  es  sólo carnaval, fiesta, transgresión…!

Laura: ¡Uhmm… Qué equivocado estás, chaval! No es sólo carnaval…

(Suena el teléfono de Joaquín.)

Joaquín: Perdona (a Laura) ¡Mamá! ¡¿Cómo estás?!

Mamá: Joaquín, mi niño querío, me vas a quitar de este mundo. Mira la que has liado con la iglesia ¡Qué necesidad tenías de molestar al señor obispo? Podrías ser como tu hermano y disfrazarte de algo que no ofenda a nadie. No sé… Militar, antidisturbio, FBI, CÍA, político ladrón, terrorista negro premionobeldelapaz en la Casa Blanca…

Joaquín: Mamá, no he querido ofender a nadie… (Juega con el periódico.)

Mamá: Pues que sepas que esta mañana ha venido por aquí un señor muy molesto contigo que preguntó dónde podía encontrarte…

Joaquín: ¿Quién era, mami?

Mamá: Se  presentó  como  líder  de  la  Iglesia  del Olimpo, o algo así. Tú sabes que yo de estas cosas no entiendo. Me dijo que dieras gracias, que si se te hubiese ocurrido burlarte de Zeus o Afrodita…

Joaquín: Lo siento, mamá…

Mamá: ¡Me vas a matar a disgustos! El año pasado ya asustaste a tu abuela disfrazándote de anarquista, y ahora esto… Anda, habla con ella.

Joaquín: Venga, mami, no pasa nada. No te preocupes tanto…

Abuela: Joaquín, mijo, tu no estarás fumando cosas raras, ¿verdad?

Joaquín: No, abuela. Estate tranquila…

Abuela: Mira que siempre te lo digo: No te signifiques, Joaquinito. ¿Por qué tienes tú que destacar sobre los demás, meniño? ¿No podrías ser como tu padre, que nunca ha ido por ahí cuestionándose nada?

Joaquín: Tranquila, abuela. ¡Son los carnavales!

Abuela: ¡Ay, mijo, a ver si te va a ir a buscar la policía una de estas noche! ¡Sólo de pensarlo me desalo toda…”

Joaquín: No te preocupes, abuela… No estamos en tiempos de Franco…

Abuela: Por desgracia, Joaquinito, por desgracia. Aquello sí que era orden… (Cara de sorpresa.)

Joaquín: Adiós, abuela. Besos.

(Laura deja el periódico y comienza a recoger sus cosas, metiéndolas en una bolsa.)

Laura: Pobre señora…

Joaquín: Laurita, ¿leíste las declaraciones del obispo de Malindrania? (Laura no responde. Él lee.) “El día más triste, por encima cualquier otra tragedia, ha sido ver al populacho aplaudiendo excitado por la frívola grosería de la Drag Vulcano...” Este señor es un exagerado y ha tenido que pedir perdón.

Laura: Lo sé. (Responde sin interés y sin apenas mirarlo.)

(Suena el teléfono de Joaquín.)

Joaquín: ¿Sí? Diga…

Burlone: ¿Joaquín Postor?

Joaquín: Sí, soy yo.

Burlone: Hola. Soy Marco Burlone, Representante Universal de la Iglesia del Único y Sagrado Espagueti Volador.

Joaquín: (Mira con extrañeza a Laura) Sí, dígame, señor Espagueti, digo, señor Burlone…

Burlone: Seré breve. Sólo quería hacerle saber que nos solidarizamos con el Obispo de Malindrania y todos los creyentes ofendidos con su actuación. Y que debe usted dar gracias que su irreverente espectáculo no se basó en la pasta al dente, ya que nuestros creyentes no sé lo que harían ante tal blasfemia. Adiós.

Joaquín: (Mira al teléfono con sorpresa.) Adiós… Laura: Por cierto, hace sólo un rato que llamó el presidente  de  no  sé  qué historia de los musulmanes…

Joaquín: ¿Ah, sí? ¿Y qué se cuenta?

Laura: Eres un irresponsable, Joaquín… Dice que no quería  ni imaginar que  se  te  hubiera  ocurrido hacer el show burlándote de su líder, ya que no aguantarían una falta de respeto semejante.

Joaquín: ¡Joder! ¿Y tú qué le has dicho?

Laura: ¿Qué le iba a decir? Pues le he pedido que me dijera a qué se refería con que no aguantarían una falta de respeto.

Joaquín: Y él, ¿qué te respondió?

Laura: Nada interesante. Así que le he dicho: Al decir que no aguantarían una falta de respeto semejante, ¿quiere decir que pondrían bombas contra este pueblo como las que sufren los musulmanes en otras partes del mundo?

Joaquín: Laura, ¡¿le dijiste eso?! ¡Estás loca! Y, ¿qué te respondió?

Laura: Nada. Colgó.

(Suena el teléfono de Joaquín.)

Joaquín: (Mira y se dirige a Laura.)Como sean otra vez los Cuáqueros; me han llamado ya tres veces… Dígame.

Teleoperador: ¿Joaquín Postor?

Joaquín: El mismo.

Teleoperador: Hola, verá… (Joaquín lo interrumpe.) Joaquín: A ver, a ver, si usted me va a decir que llama de parte de alguna de las iglesias ofendidas o solidarizadas con Paco Caraculiambro, obispo de Malindrania, no pierda el tiempo.

Teleoperador: Disculpe, señor Postor. Lo llamamos de Movistar para hacerle una extraordinaria oferta… (Joaquín le corta el teléfono de inmediato. Y se queda en silencio mirando a Laura.)

Joaquín: ¿Estás enfadada, corazón? (Ella no responde. Él se acerca y la roza con las manos. No se inmuta) Mira lo que dice la prensa (lee): “Cientos de miles de creyentes ofendidos acudieron ayer tarde a la misa convocada por el obispo de Malindrania.” Todo el mundo habla de la misa para pedir perdón a dios por mi blasfemia… (Sonriente de satisfacción.) Canarias7 dijo, a ver si me acuerdo… "La de ayer fue una misa de perdón multitudinaria que acabó como un espectáculo, con cinco minutos de aplausos y ovaciones a los sacerdotes."

Laura: Ya  ves…  (Abre  el  periódico  y  lee.)Éste dice: “Las monjitas fregaron de cabo    a rabo   el grandioso  templo,  y lo llenaron   de  flores, dejándolo impecable para la llegada del obispo.”

Joaquín: (Leyendo.) “La misa de desagravio fue un completo éxito de público y crítica. Los ateos y creyentes no ofendidos, que habían pensado concentrarse a las puertas del templo, finalmente desistieron. Según fuentes consultadas, "teníamos cosas mejores que hacer a esa hora. Otra vez será. Tal vez el próximo carnaval."

Laura: Conmovedor…

Joaquín: “El alzamiento de hostia fue épico, ejecutado con una precisión admirable que fue la comidilla de los asistentes. Bernardo Álvarez, un español de bien que se trasladó desde Tenerife para asistir al acto, afirma: Nunca vi una elaboración, un levantamiento semejante, ni siquiera en la misa a la que acudí el 21 de noviembre pasado en la Parroquia de San José, Santa Cruz, en honor a nuestro sagrado Caudillo Francisco Franco.

Laura: (Mirándolo a los ojos tras unos segundos de silencio) ¿No te sientes como una oveja reprendida por su pastor? (Lee) “El   Obispo   Caraculiambro lucía un colorido modelo violeta. Todo el conjunto estaba rematado con un precioso báculo, el bastón pastoral para reprender al ganado descarriado.” Joaquín: Pues no, me siento eufórico. Escucha (Lee.): “Allí se congregaron la flor y nata de la abierta sociedad canaria, gentes venidas de todos los municipios, porque nadie quería perderse     al obispo rogar perdón…” (Laura lo interrumpe.)


Laura: Por los crímenes que sus pastores ejecutan, diariamente, sobre los inocentes niños que se les confían. (Joaquín la mira molesto.)

Joaquín: No  seas  cruel, Laurita…(Lee.) “Como colofón a  un  acto  tan  brillante,  el  Obispo  de Malindrania anunció que en las próximas horas hará saber el veredicto de dios, cuyas opciones son A) Perdón para la drag,  69 padrenuestros y 666 Avemarías; B) Derechito al infierno por blasfemo.” (Suena el teléfono de Joaquín.)

Joaquín: Disculpa…

Caraculiambro: Hola, ¿el señor Joaquín Postor?

Joaquín: Sí, soy yo.

Caraculiambro: Soy Paco Caraculiambro, Reverendísimo Señor Obispo de Malindrania. Por si acaso no se ha enterado por los medios de comunicación, llamo para decirle que no todo vale. Le he pedido perdón al Señor. Le pido a su bendita Madre que le perdone, que perdone a mi pueblo, que me perdone a mí, que debo responder por todos ustedes ante ella…

Laura: ¡Dile que, por favor, no responda por mí ante su dios!

Joaquín: ¡Chisss, calla! (Susurro a Laura) Vale, señor. Gracias. (Hace ademán de inclinar la cabeza.)

Laura: Me avergüenzo de ti (Lo mira con decepción. Y sigue empaquetando sus cosas.)

Joaquín: ¿Por qué? (Suena el teléfono de Joaquín.) Hola, de nuevo, Reverendísimo Señor Obispo. Sí… Claro, claro, entiendo. Gracias… Adiós.

(Corta el teléfono)

Laura: ¿Qué diablos quería ahora?

Joaquín: Dice que ya tiene respuesta de dios a la petición de perdón.

Laura: Joder,  qué  rápido,  ¿no?  ¡Para  investigar casos  de abusos sexuales   por   parte  de  sus sacerdotes  son  lentos  como  tortugas,  y  con  este caso parece que no hubiera un mañana!

Joaquín: Yo que sé, cariño…

Laura: No me llames cariño… ¿Y?

Joaquín: ¿Qué?

Laura: ¿Que cuál es el veredicto de su dios?

Joaquín: Dice  que  todos  hemos  sido  perdonados.¡Qué alivio! (esto último en susurros) Laura: ¡Lo que me faltaba por oír! (Suena el teléfono de Joaquín.)

Caraculiambro: ¿Joaquín Postor?

Joaquín: El mismo.

Caraculiambro: Disculpe. Soy yo otra vez, Paco Caraculiambro. Me temo que he cometido un error garrafal: he leído mal la respuesta de dios. Dice que nos perdona a todos los demás, pero a usted lo condena a ir derechito al infierno, por blasfemo. Tenga buen día.

Joaquín: Ah… Gracias… buen día, monseñor.

Laura: Quítate esa cara de descompuesto, ¡coño! (Laura se apresura en terminar de empaquetar sus cosas.)

Joaquín: Espera. ¿Qué haces?

Laura: Te dejo.

Joaquín: ¡¿Cóoomo?!

Laura: Lo que oyes. Llevamos tres años juntos ¡y todo este tiempo, todavía no me explico cómo, me has ocultado que habías estudiado Magisterio Infantil para enseñar religión y moral católica! ¡No te conozco, Joaquín, de verdad!

Joaquín: ¡¿Y qué importancia tiene eso?!

Laura: ¡Toda! ¡Mira lo que dice aquí (Lee.): “Estudió el curso obligatorio que exige la Iglesia Católica  para  enseñar  religión  a  los  niños”.
¿Impartir recta doctrina y dar testimonio de vida cristiana? ¡¿En serio?! No, tú no estás bien de la cabeza. No eres menos hipócrita que esos pavos que te   han   criticado.   Has   creado   un fabuloso escándalo, una blasfemia enorme que, por cierto, apoyé desde el primer momento. Pero esto… (Señala al periódico) Creía que eras un hombre serio, y resulta que, al final, más allá de tus plataformas y tus diseños de carnaval, no eres sino un farsante que no se escandaliza. El único que no se ha escandalizado con la respuesta que ha generado esta polémica.

Joaquín: Cariño, estás dramatizando.

Laura: ¡Cuánta razón tenías al decir que eres el más adecuado para impartir la doctrina de los obispos! Sin duda, eres el tío perfecto para enseñar religión; al fin y al cabo no eres sino un puto hipócrita, como ellos… Todo este tiempo creía conocerte y ahora me sales con esto (señalando el periódico). Me da náuseas.

Joaquín: ¡Pero, mi amor!

Laura: ¡Ni mi amor, ni hostias! Farsante, mojigato… ¿Qué será lo próximo que descubra de ti?
¿Que quieres ser catequista? Lo siento, nene, se acabó.

Joaquín: ¿No entiendes que la fama abre puertas?

Laura:   ¿En serio me estás diciendo esto?  Si  se dijera que no sabes cómo son esos sinvergüenzas. Pero sabes lo que opinan de las mujeres, los homosexuales, etc.¡¿Y tú pretendes trabajar impartiendo  su   doctrina, llenando de mierda la mente de niños inocentes en las escuelas?! ¡Anda, y vete por ahí, tolete, que eres un tolete!

Joaquín: No quieres entender…

Laura: Eres un blandito, un flojo. Primero te pasas años ideando un show que escandalice. Y elegiste éste. Sabías perfectamente cuales serían las consecuencias. Y ahora que conseguiste lo que tanto buscabas te muestras como un vulgar lameculos de aquellos para quienes pretendes trabajar. Es… simplemente, nauseabundo… Bien, ya has logrado lo que deseabas. Has ganado el concurso   pero,  mira  que  eres  cretino,  me  has perdido a mí.

Laura: ¡Por favor, Laura! Perdóname.

(Termina de meter sus últimas cosas en la bolsa y se la pone al hombro)

Laura: Que  te  perdonen  todos  esos.  Qué  curioso, ¿no? En un mundo con más de cuatro mil religiones distintas y no sé cuántos dioses, todas podrían sentirse ofendidas, pero, al final, es a mí a la que terminas insultando. A mi inteligencia, claro.

Joaquín: Pero… Laura…

Laura: ¡Déjame en paz, coño! Espero que logres tu próximo objetivo, y que seas muy feliz impartiendo esas clases que tan poco ayudan a que el ser humano piense por sí mismo y luche por su libertad. Adiós.

Joaquín: ¡Laura! ¡Perdóname!

Laura: ¡Qué patético! ¿Quieres ser perdonado?

Joaquín: Sí, por favor.

Laura: Ve   a  ver  al  Obispo   de  Malindrania; pídeselo, agáchate y disfruta.

(Laura  abandona   el  escenario.   Joaquín   queda abatido.)


La naturaleza del texto y sus objetivos

Mientras la polémica del Carnaval 2017 de Las Palmas de Gran Canaria, se ha centrado en la intromisión de la Iglesia Católica en un espectáculo satírico e irreverente, enfocándose en dos frentes, defensores de la libertad de expresión, en una mano, y ofendidos que creen que es un grave atentado a las creencias religiosas, este texto pretende abordar el asunto desde los siguientes aspectos:

1) Profundizar en la naturaleza contradictoria de los ofendidos. Se expresan en términos universales, dirigiéndose hacia toda la sociedad civil, no exclusivamente hacia sus feligreses. Reminiscencias de un pasado monopolio (Nacionalcatolicismo) en el sistema de creencias dentro del Estado Español.

Severos con un espectáculo transgresor y puntual y -al mismo tiempo- siendo absolutamente tolerantes y comprensivos (a la postre, cómplices) con los crímenes que sus sacerdotes realizan, especialmente, hacia los niños.

Absurdo en la sobreentendida mecánica divina de la Iglesia Católica, cuyo líder es el resultado de la intercesión del Espíritu Santo, una forma de su dios. En este caso, la petición de perdón que el obispo realiza a la divinidad, en contra de lo que se podría esperar, sí tiene una respuesta definida y concreta, en vez de quedar ahí, en una misa, sin más.

2) La contradicción del propio protagonista, en su pretensión de impartir clases infantiles de Doctrina y Moral Católica, subordinado al esquema jerárquico cuya autoridad –previamente- no ha reconocido.

Así, el protagonista de la historia pagará las consecuencias –en el ámbito privado, tras ser absuelto por la mayor parte de la sociedad civil en la que vive- de su doble moral. Resultado: lo realmente ofensivo para su pareja es que, a pesar de todo, sigue íntimamente sometido a la autoridad religiosa.

3) La normalización de otros disfraces (expresado por la mamá), de roles que no son precisamente sanos, que tanto la sociedad como la institución ofendida dan por buenos a pesar de ser, generalmente, elegidos por admiración o como expresión inconsciente del alter ego.


4) Residuos -en la sociedad- de la doctrina del miedo a ser represaliados (expresado por la abuela).

5) El rol femenino frente al masculino en el mundo religioso. Todos los líderes son varones. Laura se relaciona con el varón de igual a igual.




Tavo de Armas. 5 de marzo de 2017.

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